Arasis jugando con cubos de letras en sesión de terapia infantil

Terapia Infantil

En el área de Psicoterapia Infantil y Adolescentes, trabajamos a nivel terapéutico partiendo de una visión humanista, vemos al niño como un todo donde el contexto, la familia, la escuela y el grupo de iguales son de vital importancia para el crecimiento del niño.

En ocasiones, nos sentimos preocupados por el comportamiento o actuación de nuestros hijos en diferentes etapas de su vida. La mayoría de las veces se trata de comportamientos normales por la edad, que pueden ser fácilmente solucionados con la información adecuada. El niño, desde que nace, va a ir construyendo su ser y transformándolo a través de sus relaciones con el medio.

Disponer de información orientativa sobre el desarrollo del niño, permite: Por un lado, poder participar activamente en el desarrollo normal de nuestro hijo y, por otro, detectar a tiempo cualquier alteración sobre la que intervenir lo antes posible.

Siempre llega el punto en el que no sabemos si es suficiente o no lo que nos está ocurriendo, a nosotros o a nuestros hijos, como para consultar a un especialista; ese punto o límite es algo totalmente individual y subjetivo, que queda marcado de forma distinta por cada persona. Sin embargo, hay unas situaciones objetivas, que indican claramente la necesidad de hacerlo. Siente que las cosas le superan como padre.

  • Su hijo es caprichoso y no sigue las pautas que usted le indica.
  • La relación conyugal es pobre y no hay un buen clima afectivo.
  • Vd. ha vivido o está viviendo una crisis importante en la familia: pérdida del trabajo, mudanza de vivienda, cambio de escuela, muerte de un familiar o alguien allegado, una enfermedad grave, separación de su pareja…
  • Su hijo tiene problemas en la escuela.
  • Su hijo tiene malas relaciones con sus compañeros.
  • Su hijo le castiga a Vd. física o emocionalmente
  • Su hijo está deprimido, ha perdido interés.
  • A Vd. le preocupan demasiado los aspectos de la adopción.
  • A su hijo le preocupa demasiado el tema de la adopción y Vd. no se siente capaz de tranquilizarlo.
  • La conducta, personalidad y amistades del niño han cambiado de forma drástica; quizás Vd. no se siente capaz o con fuerzas para encarar determinado problema.

El profesional está ahí para ayudarle, no para juzgar sus actitudes y comportamientos.

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