En un espacio de total privacidad y confidencialidad, la Terapia Individual de Adultos reúne a dos personas en encuentros periódicos con el objetivo que una de ellas mejore su bienestar y su satisfacción personal. En ocasiones necesitamos de esta confidencialidad para permitirnos poner en palabras y buscar un sentido y una solución a aquello que nos preocupa.
Los motivos de consulta pueden girar entorno a una depresión, ansiedad, fobias, baja autoestima, problemas relacionales, problemas de toma de decisiones, inseguridad, procesos de duelo, miedos, estrés, obsesiones, manías, crisis personales y vitales, tristeza y soledad, vergüenza y retraimiento, falta de motivación, ideas de suicidio, agresividad, pensamientos recurrentes, culpabilidad y remordimientos, dependencia emocional…
Para poder abordarlos, algunos aspectos importantes que desde Ara Valencia consideramos importantes son los que describimos a continuación.
Darnos cuenta de cómo nos desenvolvemos en las situaciones difíciles o conflictivas que nos hacen sufrir, descubriendo, por una parte, aquellos recursos propios que no ponemos en funcionamiento y, por otra, buscando y creando, junto con el terapeuta, formas más adecuadas y efectivas de afrontar y vivir dichas situaciones.
Los síntomas que nos pueden hacer decidir comenzar una terapia son muy diversos: clínicos (depresión, ansiedad, fobias, temores,…), conflictos relacionales o personales (dificultades en las relaciones sociales, baja auto-estima, soledad, vergüenza,…), crisis vitales (separaciones, duelos, insatisfacción con el modo de vida actual,…), crecimiento personal, y en definitiva cualquier sentimiento de insatisfacción emocional.
Aprender a vivir el presente es una fuente de salud en sí misma, pues es en el presente donde sentimos, deseamos, percibimos y actuamos. Pensar en el pasado nos puede ayudar a entender el presente y pensar en el futuro nos puede ayudar a planificarnos, pero sólo en el presente podemos sentirnos y poner en funcionamiento nuestros recursos.
Conocernos, aceptarnos y llegar a querernos son tres pasos importantes en el camino terapéutico, pues esto aumenta nuestra auto-estima y la confianza en nosotros mismos, y nos permite afrontar las situaciones de la vida con mayor seguridad. Decía Arnold Beisser que “El cambio se produce cuando uno se convierte en lo que es, no cuando trata de convertirse en lo que no es.
Averiguar qué necesidades no estamos logrando satisfacer en nuestra vida cotidiana, que está afectando a nuestra salud emocional, y encontrar la manera de satisfacerlas para lograr recobrar nuestro equilibrio.
Un ambiente terapéutico de honestidad, intimidad, respeto y confianza es esencial para que este proceso se desarrolle.
El hecho de acudir a psicoterapia es ya un paso muy importante en el camino, pues implica que se ha tomado consciencia de que algo se quiere cambiar y que ya se ha dado un primer paso.